China vive un nuevo brote de COVID-19 que ha ocasionado una saturación en los servicios de salud en Shanghái lo que ha derivado aplicar ciertas restricciones a viajeros de ese país.
A inicios de diciembre del año pasado, el gobierno dispuso un levantamiento de las severas medidas con las que se manejaban tras la aparición de la enfermedad hace tres años.
En las últimas horas se han dado a conocer videos de hospitales en el que se observaba la situación crítica con pacientes en camillas y largas filas de personas que esperaban ser atendidos. Algunos habían estado conectados a botellas de oxígeno.
La agencia AFP realizó un recorrido por dos hospitales donde se evidenciaban pacientes con mantas, abrigos gruesos y gorros de lana, así como algunos siendo atendidos en los exteriores de los centros médicos.
El vicepresidente del hospital Ruijin, Chen Erzhen, estimó que al menos el 70% de los 25 millones de residentes de Shanghái se infectaron tras el relajamiento de las medidas. Quien es también miembro del panel asesor de expertos de la enfermedad en la ciudad enfatizó que la propagación del COVID19 es 20 a 30 veces más que en abril y mayo.
“Todos los días llegan más de 100 ambulancias al hospital”, añadió, además explicó que la mayoría de los pacientes son adultos mayores
Restricciones a viajeros chinos
Países como España, Italia y Estados Unidos anunciaron la exigencia de resultado negativo de pruebas de COVID-19 para viajeros provenientes de China como una medida para hacer frente al brote.
Esto ha sido criticado por las autoridades chinas que consideran que son prácticas inaceptables así como que no hay una base científica para esto.
Mao Ning, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, adelantó que podrían “tomar contramedidas, de acuerdo con el principio de reciprocidad”.
Por su parte, la Unión Europea, a través de un comité de experto de salud, se mostró a favor de realizar sistemáticamente pruebas covid a los viajeros procedentes de China, antes de que salgan hacia Europa.
De igual medida se analizaron otras propuestas como obligatoriedad de mascarillas en los vuelos desde ese país, control de aguas de aviones, secuenciación de tests positivos, entre otros.
“Estas medidas deberían focalizarse en los vuelos y los aeropuertos más apropiados y ser aplicadas de manera coordinada (en la UE) para garantizar su eficacia”, indicó un portavoz.
Factores que inciden en la preocupación
Desde el levantamiento de las restricciones con las que se manejaban en China se ha visto con preocupación el aumento de los casos en ese país.
Uno de los factores que inciden en esto son los datos pocos fiables con los que se está manejando la enfermedad ya que la Comisión Nacional de Salud dejó de publicar las cifras diarias de contagios y muertes por el virus. Además se hizo imposible el rastreo de los casos.
China ha reportado solo 15 muertes por covid-19 desde que comenzó a levantar las restricciones el 7 de diciembre, y poco después redujo los criterios para determinar si una muerte fue causada por el coronavirus.
Yin Wenwu, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades chino (CCPE), dijo que las autoridades recogen información de hospitales y gobiernos locales, así como llamadas de emergencias y ventas de medicamentos para la fiebre, todo lo cual “cubrirá las deficiencias” en los datos.
De igual manera, hay varias regiones que dan cifras estimadas.
Sobre la aparición de nuevas variantes que hayan emergido, Xu Wenbo, alto cargo del CCPE, dijo en diciembre que China está creando una base de datos genética con muestras de covid obtenidas en hospitales que les permitirían rastrear mutaciones.
Expertos chinos en salud han señalado que las subvariantes de ómicron BA.5.2 y BF.7 son las más comunes en Pekín, ante el temor público de que aún circule la variante delta, más mortal. (I)
Fuente: www.eluniverso.com