Los serios retos que causa la escasez de personal en la industria de la gastronomía están afectando a varios negocios en Austin, los cuales han tenido que modificar horarios y en algunos casos más graves, cerrar de manera permanente.
Tamale House abrió sus puertas al público en 1958 y, con los años, se ha convertido en uno de los establecimientos más conocidos del este de Austin. Su propietaria, Diane Valera, dice que el restaurante tenía gran éxito antes de la pandemia, cuando contaba con al menos 30 empleados, un número que fue bajando conforme algunos encontraron empleos que podían desempeñar desde casa. Ahora tienen un total de cinco trabajadores, lo que obligó a recortar el horario de atención y abrir solo de viernes a domingo.
"Entonces para operar un negocio con tan poquitos trabajadores tienes que pensar cómo le vamos a hacer. Al comienzo servíamos en platos de cartón, vasos de plástico y los platos de verdad no se usaban porque no había quien lo lavara. Lo principal de nosotros aquí era dar comida muy bonita que se veía bonito, pero entonces le quitamos la atención a todo eso", dijo Valera.
En otros lugares, como en Baby Greens, un pequeño lugar que servía ensaladas en el norte de Austin, la falta de personal obligó a los dueños al cese permanente de las operaciones. Según su dueña, los empleados tenían dificultades para encontrar vivienda asequible en el área. El lugar estuvo abierto por solo cinco meses.
El fenómeno ha obligado a muchos locales a ofrecer mejoras salariales, pero según la Asociación de Restaurantes de Texas, antes de la pandemia, el 41% de los operadores describía la mano de obra como el problema principal. En la actualidad, el indicador se acerca al 80%.
Fuente: www.telemundoaustin.com