- Author,Redacción
- Role,BBC News Mundo
Los gobiernos de Colombia, México y Brasil publicaron este jueves un comunicado conjunto pidiendo a las autoridades electorales de Venezuela que avancen "de forma expedita" y den a conocer públicamente los datos desglosados de las mesas de votación de los comicios presidenciales.
El llamado se produce cuatro días después de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunciara la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones del pasado domingo en unos resultados disputados de inmediato por la oposición.
Varios gobiernos del continente como el de Estados Unidos, Chile, Costa Rica y Panamá e instituciones como la Organización de Estados Americanos y el Centro Carter de Estados Unidos cuestionaron también los resultados.
Mientras que en las calles de Venezuela se viven manifestaciones masivas pidiendo trasparencia.
Ahora, el hecho de que tres gobiernos influyentes de izquierda e ideológicamente más cercanos a Maduro como el de Gustavo Petro en Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y Andrés Manuel López Obrador en México pidan conjuntamente la publicación de actas añade más presión si cabe a la contienda electoral venezolana.
El comunicado también insiste en que las controversias se diriman por la "vía institucional" y reitera una disposición "para apoyar en los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano".
Una actitud que va en línea con la postura más equilibrada y menos crítica que habían mostrado Lula da Silva y Petro a comienzos de semana, quienes ya habían pedido que se publicaran las actas.
Tanto el gobierno de Maduro como la oposición, liderada por el candidato Edmundo González Urrutia, se declaran como ganadores de las pasadas elecciones.
La oposición acusó de fraude al gobierno, que hasta ahora no ha presentado el resultado del conteo final ni tampoco actas u otros documentos que respalden sus cifras, pese a la insistencia de gran parte de la comunidad internacional y varios gobiernos de América Latina.
¿Qué más dice el comunicado?
A grandes rasgos, el comunicado insta a la resolución del conflicto a través del diálogo y la cautela, pero pide publicar los datos.
La comunicación también expresa la solidaridad de los tres gobiernos "con el pueblo venezolano que acudió masivamente a las urnas el 28 de julio para definir su propio futuro".
Y afirma que siguen "con mucha atención el proceso de escrutinio de votos".
"Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados.
"En ese contexto, hacemos un llamado a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos", prosigue.
La misiva insite en "mantener la paz social y proteger las vidas humanas" como "preocupaciones prioritarias".
"Sea esta la oportunidad para expresar, nuevamente, nuestro absoluto respeto por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela. Reiteramos nuestra disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano", agrega.
Postura equilibrada, pero también exigente
Análisis de José Carlos Cueto, corresponsal de BBC News Mundo en Colombia
Desde que el CNE publicó los resultados que daban como ganador de las elecciones a Maduro, en Colombia se instaló un estado de expectación sobre la postura que asumiría el izquierdista Gustavo Petro, visto por muchos como cercano ideológicamente a su homólogo venezolano.
O al menos más cercano que otros líderes de izquierda de la región, como Gabriel Boric en Chile, quien rápidamente cuestionó los resultados.
No es una posición fácil la del mandatario colombiano.
Colombia y Venezuela, que comparten más de 2.300 kilómetros de frontera, funcionan como vasos comunicantes, y el mínimo error de cálculo en alguna declaración tiene el potencial de romper un delicado equilibrio con implicaciones para la seguridad, migración y economía de sus nacionales.
El comunicado de este jueves va en línea con lo expresado antes por el propio Petro en la red social X y la alocución del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo.
Respetan el proceso venezolano, pero insisten en que haya "transparencia".
De forma similar parece estar sucediendo en Brasil, con un Lula da Silva debiendo "hacer un delicado equilibrio entre exigir transparencia electoral y mantener un canal de comunicación directo con Maduro", como le dijo a BBC Mundo Mariano de Alba, investigador venezolano en Derecho Internacional de la Universidad de Georgetown.
En las últimas horas, el periódico El Tiempo de Colombia, uno de los más influyentes del país, publicó en exclusiva que el presidente Petro trabaja por una negociación en Venezuela, apoyándose en una "alta fuente" del gobierno colombiano.
Es evidente que el comunicado de Colombia, México y Brasil cuida con mimo sus palabras y difiere de la postura más crítica de otros organismos y gobiernos internacionales, pero también es claro en sus exigencias de publicación de datos, añadiendo una presión sobre Maduro que no hace más que aumentar cada día.
La polémica sobre las actas
El CNE anunció en la medianoche del domingo al lunes que, con el 80% de las mesas contabilizadas, el presidente Nicolás Maduro venció con el 51,2% de los votos frente al 44,2% obtenido por el contrincante apoyado por María Corina Machado, Edmundo González Urrutia.
Estos resultados fueron cuestionados de inmediato por la oposición, que días después publicó en internet más de 24.000 actas que alega son verdaderas y que contradicen los datos del CNE: le otorgan a su candidato el 67,2% de los votos frente al 30,4% de Maduro con casi el 82% de las actas digitalizadas.
Desde entonces, en Venezuela se desató lo que muchos llaman "la guerra de las actas", con sectores de un bando y de otro, gobierno y oposición, aclamando a cada uno de sus candidatos, Maduro y González, como ganadores virtuales de los comicios.
Muchos vaticinan que esta puja de versiones puede terminar ante el Tribunal Supremo de Justicia, afín al chavismo.
Esto añade más incertidumbre a la contienda más apretada entre gobierno y oposición desde que el chavismo llegó al poder en Venezuela a fines de los 90.
Y todo bajo una intensa presión internacional que no cesa.
Fuente: www.bbc.com