A pesar de las protestas masivas, posiblemente las mayores en los 75 años de historia de Israel, la polémica reforma judicial dio un paso hacia delante este lunes.
El parlamento aprobó una ley que quita el poder de la Corte Suprema de anular decisiones del gobierno, lo que muchos interpretan como un ataque a la democracia y la separación de poderes.
Desde que el gobierno planteó el proyecto de reforma judicial hace meses miles de personas han salido a la calle a protestar semana tras semana en pueblos y ciudades de todo el país.
Los manifestantes han demandado que se eliminen todas las reformas planificadas y que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, renuncie.
Cuentan con el apoyo de los rivales políticos de Netanyahu, así como de antiguos altos funcionarios de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de Israel, expresidentes del Tribunal Supremo y figuras jurídicas destacadas y líderes empresariales, entre otros.
En un movimiento que ha causado profunda preocupación en ambos bandos, cientos de reservistas militares, incluidos pilotos de la fuerza aérea cruciales para la defensa de Israel, han amenazado con negarse a presentarse para el servicio.
Esto ha llevado a alertas de que la seguridad del país podría resultar seriamente comprometida.
El presidente Isaac Herzog advirtió a dirigentes políticos este lunes que el país se encontraba en “un estado de emergencia nacional”.
1. ¿Por qué la gente se opone?
Los opositores de Netanyahu dicen que las reformas socavarán severamente la democracia del país al debilitar el sistema judicial, la única herramienta para mantener bajo control el poder del gobierno.
Detrás de esto hay una fuerte oposición al tipo de gobierno actual, el más derechista en la historia de Israel, y en contra del propio Netanyahu.
Los críticos dicen que las reformas protegerán al primer ministro de 73 años, quien actualmente está siendo juzgado por posible corrupción (cargos que él rechaza) y ayudará al gobierno a aprobar leyes sin frenos.
El gobierno argumenta que el poder judicial interfiere demasiado con la legislación, está sesgado a favor de cuestiones liberales y es antidemocrático en la forma en que se seleccionan los jueces.
Reut Yifat Uziel, una de las manifestantes que este lunes se congregó frente al Parlamento, dijo que Netanyahu ha "secuestrado al país".
"Me preocupa que Israel se convierta en una teocracia", dijo sobre el poder de los judíos ortodoxos y el giro a la derecha del gobierno.
2. ¿Cuáles son las reformas en vilo?
Los proyectos de ley giran en torno al poder que puede tener el gobierno parlamentario frente al poder que ejercen los tribunales para controlar e incluso anular al propio gobierno.
Quienes la defienden afirman que la reforma es necesaria, aunque los planes van mucho más allá de lo que muchos desearían.
El gobierno quiere:
- Debilitar el poder de la Corte Suprema para revisar o anular leyes, permitiendo que una mayoría simple en la Knesset (el Parlamento israelí) invalide tales decisiones.
- Tener una voz decisiva sobre quién se convierte en juez, incluso en la Corte Suprema, aumentando su representación en el comité que los nombra.
- Eliminar el requisito de que los ministros obedezcan los consejos de sus asesores legales, guiados por el fiscal general, algo que actualmente tienen que hacer por ley.
"Hemos dado el primer paso en un proceso histórico para corregir el sistema judicial", dijo el ministro de Justicia, Yariv Levin este lunes tras la votación, a la que no se presentó la oposición en señal de protesta.
3. ¿Hasta dónde puede llegar la crisis?
Con el descontento generalizado en las calles, parece probable que la crisis se intensificará.
Netanyahu ha dicho que intentará llegar a un amplio acuerdo público sobre el resto de las reformas durante el receso de verano de la Knesset, de agosto a mediados de octubre.
Sin embargo, el primer ministro depende de los ministros de extrema derecha de su gabinete, sin cuyo apoyo su gobierno podría colapsar. Esos ministros han insistido en que las reformas deben aprobarse.
La oposición dice que no volverá a entrar en conversaciones a menos que se detenga el proceso.
El principal sindicato de trabajadores de Israel ha amenazado con una huelga general y los manifestantes prometen intensificar sus acciones, sin que se vislumbre el fin de la agitación.
Fuente: www.bbc.com