El Departamento de Seguros de Texas y el Buró para los Mejores Negocios (BBB por sus siglas en inglés) dieron cuenta del repunte de timos telefónicos o por internet y la alta vulnerabilidad que tienen las personas de la tercera edad.
El informe más reciente de seguimiento a estas prácticas realizado por el BBB indica que los adultos mayores que hicieron denuncias en el 2021 reportaron una pérdida promedio de $200, el monto de perjuicio monetario más alto de todos los grupos etarios. Del total de las víctimas, cerca de 6,700 eran de Texas. En el 2022, la tendencia fue similar.
"Desde el primero de enero al primero de agosto del año pasado, los consumidores aquí en Texas mayores de 65 años reportaron más de $95,000 dólares perdidos. Las tres estafas más denunciadas son de phishing, de loterías y premios y compras en línea", dijo Jason Meza, director regional de BBB.
La alta vulnerabilidad que tienen las personas de la tercera edad a estos engaños obedece a varios factores: "Tienen una estabilidad financiera mucho mejor, además de eso la puntuación crediticia es alta. Tienden a ser un poco más confiados y son personas que sí se atreverían a hablar con un extraño para hablar de su experiencia de vida”, explicó Lorna Camacho, portavoz del Departamento de Seguros de Texas.
Según los expertos, informarse, ofrecer apoyo y educación es fundamental para no caer en estas trampas. "No hagas clic, cuestione cada correo genérico, verifique la comunicación con la empresa, tome su tiempo para investigar cada oferta que parece demasiado bueno para ser verdad. No existe esa oferta", dijo Meza.
Pero el BBB también detalló cómo operan los timadores que usan el artilugio de supuestos premios o loterías: "Solicitan que tarifas o impuestos se pagan antes de recibir un gran premio y esta oferta puede ser gratis a cambio de una tarifa especifica, o se solicita que el destinatario pague los impuestos para recibir un premio que no existe", dijo Meza.
Habitualmente, los timadores se valen de marcas o nombres de empresas conocidas, las cuales usan en correos electrónicos o mensajes de texto como una táctica común para convencer a los usuarios a compartir datos sensibles como contraseñas, números de cuentas bancarias o de seguro social.
"Las personas que tienen familiares de la tercera edad, que traten de hablar con ellos sobre estas estafas y antes de dar cualquier información, que pregunten", recomendó Camacho, quien resaltó que la información, el apoyo y la educación son fundamentales para no caer en estas trampas.
Los funcionarios también recomendaron denunciar cualquier engaño al portal de la Comisión Federal de Comercio o el Buró de Mejores Negocios.
Fuente: www.telemundoaustin.com