Con la llegada del invierno el cuerpo de bomberos de Austin, advierte sobre el significativo riesgo de envenenamiento por inhalación que representan ciertos artefactos de calefacción.

El último caso se dio en el Condado Brown a unas 140 millas al noroeste de Austin, en donde según informaron las autoridades locales tres personas murieron a causa de envenenamiento por monóxido de carbono, tras utilizar un calentador de gas propano en una habitación cerrada.

Las estufas, los hornos y los calentadores de gas, en las últimas semanas han convertido varios hogares del centro de Texas en verdaderas trampas mortales.

Al respecto, Palmer Buck, jefe del Departamento de Bomberos de Austin, recalcó que el invierno es una de las épocas donde aumentan los casos por la ingesta de este gas, debido al uso erróneo que se le da a cierto tipo de calentadores: “No traigan aparatos diseñados para exteriores y que produzcan monóxido de carbono dentro de su hogar. Los calentadores de propano, al igual que los calentadores de queroseno producen cantidades peligrosas de monóxido de carbono que podrían ser letales”, agregó Buck.

El monóxido de carbono es un gas sin olor ni color, pero muy peligroso, que puede causar en cuestión de minutos la muerte. El mismo se encuentra en el humo que expulsan los coches y camiones, candelabros, estufas, fogones de gas y sistemas de calefacción.

Los expertos comentan que el buen funcionamiento de las alarmas de humo y de los detectores de monóxido de carbono son muy importantes en esta época del año, para mantener segura a su familia. Además, aconsejan que siempre esté atento a la ubicación en que coloca estos objetos, ya que la mala ubicación y la falta de ventilación podrían traer graves consecuencias para su hogar.

Fuente: www.telemundoaustin.com
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